El Ermitaño forma parte de los Arcanos Mayores. Es la carta nueve del tarot, número que simboliza espiritualidad, sabiduría y paciencia. Asimismo significa la culminación y realización de proyectos, es decir el fin de una etapa o ciclo.
El Ermitaño es sinónimo de introspección, meditación, autoconocimiento y retiro de la propia alma para asimilar lo aprendido.
Se asocia al signo de Virgo, el elemento tierra y la estación otoño. Por su parte la Cabalística lo relaciona con la Luna y la letra Teht.
Significado general de la carta
La carta del Ermitaño también representa la prudencia, soledad y reflexión. Es un ser con un deseo constante de aprendizaje, el paradigma del Sabio. De personalidad noble, fiel y responsable, es afín a ahondar en el significado de las cosas.
El Ermitaño es aquel que se busca a sí mismo, su individualidad y verdadero propósito de la vida. Encarna una gran enseñanza del tarot: que la búsqueda de las respuestas no se encuentra por fuera sino dentro de cada uno.
Se trata de un arcano de movimiento lento, el cual se refiere a lo que está destinado a una profunda evolución. Es un maestro espiritual, de buen juicio, alguien a quien acudir cuando se necesita ayuda o un buen consejo.
El Ermitaño en el Tarot de Marsella
En el Tarot de Marsella se observa a El Ermitaño como un hombre de edad avanzada, con un cascabel al final de su capucha. Esto simboliza el espíritu aniñado y alegre, el cual ha sabido mantener en su esencia a pesar del paso del tiempo. Por su parte la lámpara queda parcialmente cubierta por el manto.
El Ermitaño encarna a Diógenes, filósofo griego quien vivía austeramente y en soledad. Acostumbraba a pasear por las calles atenienses con una linterna o farol encendido.
El arcano sostiene un farol con su mano derecha. Esto simboliza la búsqueda de la verdad espiritual y la sabiduría interior. Al mismo tiempo alumbra el camino para no perderse.
Su mano izquierda se apoya sobre un bastón, reflejando un andar prudente y seguro. El hábito que lo cubre personifica discreción y humildad. Es un ser que renuncia voluntariamente al esplendor de la vida social y profana.
El Ermitaño persigue la soledad, pues necesita tomar distancia, observar y analizar el camino recorrido. Apartarse le posibilita reflexionar y recordar las enseñanzas adquiridas con cada paso. Es un ser que busca alcanzar la tranquilidad interior.
El Ermitaño en el Tarot de Rider Waite
Rider Waite afirma que el Ermitaño representa la protección Divina otorgada a quienes persiguen la sabiduría. El naipe posee distintos símbolos factibles de análisis, como el caso de la montaña donde el sabio se encuentra parado. Esto indica que llegó a un sitio de altura y contemplación gracias a su fe.
Su mano derecha porta una lámpara encendida, dando cuenta de la experiencia y conocimiento atesorados. Aquí hay una diferencia respecto al Tarot de Marsella, debido a que el candil queda totalmente al descubierto. Esto es señal de que la luz del mundo no es un atributo que atañe solo al Ermitaño, sino que todos la pueden hallar.
Su vestimenta de capa gris alude nuevamente a la espiritualidad y la sabiduría. Esto último se enfatiza con la estrella salomónica visible en el interior de la lámpara.
Por último la mano izquierda se apoya en un báculo amarillo, el cual lo conecta con la realidad demostrando que se trata de una sapiencia verdadera que no se despega del plano terrenal.
El Ermitaño en el Tarot Egipcio
El Ermitaño en el Tarot egipcio se refleja como un hombre de edad avanzada, cuyo andar es lento y su vestimenta blanca. Esto también simboliza la sabiduría y pureza del alma.
El anciano ilumina el camino con la lámpara del conocimiento, y apela al bastón para apoyarse en el suelo. Es una carta que se asocia a la introspección y el autoconocimiento. Está consciente de su pasado, y se basa en ello para encarar el futuro.
En el plano físico el arcano comunica el fin de una era. Se trata de una renovación interna focalizada en el pensamiento interior y la concentración. El Ermitaño es discreto y requiere alejarse de lo mundano.
Apartarse de lo social posibilita la comprensión de lo que sucede. Además implica poder agudizar la intuición y sortear los obstáculos que han aparecido en el camino.
¿Qué dice Jorodowsky de El Ermitaño?
En su libro “La vida del Tarot” Alejandro Jorodowsky apela a los números romanos y lo enumera VIIII. El autor manifiesta que la carta del Ermitaño simboliza ”una crisis a la que hay que entregarse, un cambio profundo al que conviene hacer frente».
Es decir que aquí también se reafirma la idea de fin de una época ya mencionada en párrafos precedentes. No obstante, Jorodowsky va más allá y plantea la dualidad en la que está inmerso este arcano: “puede tanto renovarse como morir”.
¿Qué significa esta última frase? Pues bien, una crisis es factible de decantar en dos posibles senderos: la renovación o la decadencia. Ambos contrastes se encuentran en el horizonte. El cambio puede ser favorable, o bien derivar en vicios y adquisición de hábitos nada beneficiosos para el ser humano.
El mítico dice que el Ermitaño “remite asimismo, para el consultante, a la soledad interior, al lugar secreto y sombrío en que se prepara la mutación espiritual”. Esta mirada también coincide con las demás interpretaciones del arcano nueve. En la soledad se puede despertar una mutación que lo acerque a la luz.
El anciano porta una linterna, la cual puede considerarse símbolo de conocimiento. Al alzarla se ilumina el pasado como un hombre experto, un sabio o terapeuta.
Su vestimenta la componen varias capas de ropa. Esto da idea de bajas temperaturas, y al mismo tiempo a la frialdad que aporta la sabiduría. A su vez ejemplifica lo vivido, y las rayas de la túnica su gran experiencia.
Es un hombre de edad avanzada y como tal, su espalda se encorva. La misma contiene la memoria de su pasado. La frente tiene la particularidad de exhibir tres arrugas, las cuales remiten a la actividad mental. Por su parte la mirada se pierde en la lejanía.
Hallar al Ermitaño en una lectura revela lo necesario de atravesar momentos de aislamiento para enfatizar el proceso de autodescubrimiento, “alzando una linterna que nutre su luz de las entrañas”.
Significado de la carta invertida
En su posición invertida el Ermitaño alude al sentido de pérdida, retroceso, abatimiento y retiro excesivo. Aquí no se visualiza evolución, sino un estancamiento frustrante reflejados en una persona quien no convive bien con la edad y el paso del tiempo.
El movimiento lento cobra un nuevo sentido negativo, que deja paso a la inercia. La reflexión y prudencia llevadas al extremo derivan en conservadurismo, la rigidez, la incapacidad de aceptar los cambios y la falta de espontaneidad.
El Ermitaño invertido refiere a un falso maestro o gurú espiritual. Se relaciona con el fanatismo religioso, la excentricidad, plagio de conocimientos ajenos e hipocresía religiosa.
El sentido común está ausente y esa falta de raciocinio hace que no brinde buenos consejos. También es un ser impaciente sin capacidad para ver la realidad de los acontecimientos.
La valoración negativa muestra a una persona egoísta cuyas acciones solo persiguen el propio beneficio.
El Ermitaño en el amor
El arcano nueve no es una figura que se vincule a una tirada relacionada con el amor. En este caso existe una soledad elegida y necesaria para hacer una introspección sobre la situación, o bien dificultad de expresar los sentimientos.
Es una carta negativa en este aspecto, simboliza ruptura ya que el diálogo no existe y el aislamiento significa una complicación. La condición de Ermitaño no contribuye a hallar una pareja.
El Ermitaño en el trabajo
En el aspecto laboral el Ermitaño refiere a un momento propicio para aumentar los conocimientos, prepararse más adecuadamente e incrementar la experiencia. Es tiempo de conservar la calma y analizar las opciones.
Habla de la oportunidad de hacer un examen de conciencia y conservar la prudencia. Las relaciones laborales quizá estén estancadas, y no es buena idea realizar un cambio de empleo o actividad pues se atravesará en soledad.
El Ermitaño según su posición en la tirada
El Ermitaño puede interpretarse relacionado a su posición de tirada. Si habla del pasado habla de una situación que ha llegado el momento de dejar atrás definitivamente. Es tiempo de detenerse a observar, extraer lo que sea posible y continuar el camino sin mirar atrás.
Si la carta aparece en posición referida al presente, significa que tú mismo eres capaz de ayudarte a superar los problemas. Tus propios conocimientos te sorprenderán, además esto permitirá un mayor entendimiento con los demás.
También puede suceder que hable de alguien ajeno a ti. Pues bien, esa figura será un sabio o guía importante en tu vida.
En una tirada sobre el futuro el Ermitaño manifiesta que ante la existencia de un inconveniente, tú serás capaz de hallar la solución. La vida tiene imprevistos, pero tendrás la preparación suficiente para sortearlos con prudencia, equilibrio y madurez.